DESTINADOS 🛫✨

Escrito propio - Milena Quijada

DESTINADOS

El tiempo se para mientras espero o más bien desespero sentada en una fila del aeropuerto esperando por arribar.

Mejor no me preguntes si te espero, si quiero que vengas a despedirte, a revivir nuestro amor, a reactivar el tiempo que se derrite con el tictoc del reloj, a dejar la ciudad luego de un último beso apasionado antes de arribar a mi desorbité o si quiero que vengas a revolucionar mis planes, mi destino, a sacarme de este lío que desboca en lo pasivo. No, no me preguntes, No voy a decirte que te espero, ni que te quiero, por más que vaya contra toda veracidad, porque la verdad me aterra tu decisión y respuesta, tengo miedo que me aterrice por desvío a otro destino, a uno totalmente distinto de lo que siento. Porque es más fácil decir que sinceramente no me importa, cuando en realidad tu presencia por más pequeña que sea revoluciona mi existencia.

No voy a decirte nada de eso por más que muera por dentro, no por cobardía, sino, porque tuvimos tanto tiempo para hacer y decirnos todo cuando corría el viento que no tiene sentido vacilar nuestros destinos ahora que se para el tiempo sentada en mi asiento. Pero aun así se me acelera la vida y el corazón por un momento cada vez que pienso que entre tantas miradas con ilusión apareces vos para arreglarlo todo y que la vida vuelva a correr y no que solo nuestros cuerpos siguiendo otros caminos, en busca de otros cuerpos.

Mientras estoy acá, lo más similar a la noción del tiempo y espacio es ver la sala llena con gente corriendo como si se tratara de segundos. Todos cargados de emociones y un significado que claramente a simple vista no conozco pero se sienten extremos; entre la tristeza y la más grande felicidad, entre el desamor y el desarme del desamar (o mejor dicho desarmar) de una manera tan brutal.

Aceleración e inercia.

Alegría y soledad.

Esperanza y desespero.

La vida y las idas.

Sobrecargas y libertad.

Y aunque estoy en el mismo lugar, mientras sigo esperando alguno de mis dos posibles destinos (irme o quedarme) me pierdo entre películas mentales.

Creo que si hay un lugar cargado de emociones tan variadas y puras es este. Veo parejas y pequeños trailers de sus vidas, partiendo de lo que me dice el momento, de los sentimientos de ambos que emanan estando juntos, lo que me dice la voz de sus personalidades a grandes rasgos, las charlas que escucho entre murmullos. Y en ellos veo películas muy tristes, muy clásicas, de libros, clichés y otras muy épicas . En algunas creo verme a mi reflejada, creo ver quizás, mi futuro, o el que aspiro querer algún día si amar no es una eterna espera en un aeropuerto.

Y ahí divagando entre pensamientos que aluden a otros me pierdo en mi, que inevitablemente, en un punto, me llevan a vos. Si, a vos. Dije que no te espero, pero después de ver tanto y no ver nada significativo para mi más que distracción vuelvo a lo único que me ancla en un punto de tiempo. Me pregunto si vendrás, si alguno de los dos tiene el coraje. Si justo antes partir me decido por salir corriendo y volver a vos y hacer las cosas bien sin que se pierda nada pero principalmente sin perdernos a nosotros mismos. Si te decidís a venir a convencerme de que ahora si va a funcionar, que el amor puede más, de que somos más que nuestras diferencias, que nuestra conexión supera todo si queremos.

Aunque quizás, tal vez, todo solo quede sin que nunca pase nada más porque nos gano el orgullo antes que las ganas de arriesgar.

Ahora solo estoy sentada entre mucha gente, sola. Y mientras espero mi avión o mejor dicho mi nuevo destino, y me pierdo en pensamientos e incertidumbre, esperando que algún timbre, alguna señal, alguna voz en el aeropuerto que me salvé y me lleve a volar por algún lugar donde la vida corre más allá de la imaginación y los pensamientos, donde la vida sale totalmente de la inercia de la eterna espera. Solamente espero. Estoy parada en un principio que puede tender a fínales, retornos o nuevos comienzos. Estoy justo sobre la ordenada a la origen de donde se abren las puertas al mundo e inevitablemente acá, solo una cosa realmente puedo esperar, mi destino.

- Milena Quijada